DOPALAND
FICHA ARTÍSTICA
Dramaturgia y dirección residente: Eu Manzanares
Dirección original: Sergi Pompermayer
Interpretación: Adriana Segurado y Felipe Cabezas
Escenografía y vestuario: Eric Manchia Benito y Julia Ledesma
Iluminación: Mattia Russo
Espacio sonoro: Verónica Gonzalo
Dirección de producción y producción ejecutiva: Gabriela Marsal (Suika)
Producción y comunicación: Isabella Pintani (Sala Fènix) y Gabriela Marsal (Suika)
Ayudanta de dirección: Mireia Aixalà
Asesoría artística: Montse Bonet
Jefes técnicos del teatro: Sergi Lobaco y Raúl Martínez
Asistencia de dirección en prácticas: Maria Pocorull Ferrer y Maria Escoda (Colegio de Teatro de Barcelona)
Ayudantía de producción en prácticas: Maria Palacios (Escuela de Medios Audiovisuales)
Ayudantía de maquillaje y peluquería en prácticas: Ainhoa Bobadilla Cortijo (Colors-Up Escuela de Maquillaje Profesional)
Márquetin y comunicación: La Villarroel
Prensa de la compañíaa: Nestor Lozano
Videos promocionales: Marc Mampel
Fotografía: Martí Fradera
Iluminación de fotografía: Jackie Rihacek
Diseño gráfico: Isabella Pintani
Distribución: Gabriela Marsal
Con el apoyo: Generalitat de Catalunya, Departament de Cultura (OSIC), Ajuntament de Barcelona (ICUB), Ministerio de Cultura y Deporte (INAEM), Acción Cultural Española (AC/E)
Colaboran: On el Teatre Batega, Associació d’Empreses Productores de Teatre (ADETCA), Tot Raval, La Villarroel, Fundació Catalunya Cultura, Refugi Escènic Pla de Residències Artístiques Can Clariana Cultural, Festival Grec, Sala Beckett, Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya, Col·legi de Teatre de Barcelona, Escola de Mitjans Audiovisuals (EMAV) y Colors-Up Escuela de Maquillaje Profesional
Complicidades: Rosa Molinè, Tania Brenlle, Matias Zanotti, Toni Casares, Pere Cabaret, Rita Capella, Mireia Aixalà, Anna Castells y Nestor Lozano
Programa Jove: Institut Milà i Fontanals, Institut Arts, Institut XXV Olimpíada, Fundació Gavina y Espai La Clau
Una producción de Sala Fènix y Suika
Dopaland es una historia en torno al deseo y su relación con la sociedad de consumo que nos sitúa en un parque temático. En un espacio de fantasía y obligada felicidad, de familias que –al menos por un día- necesitan aparcar penas, indignación e insurreción por un módico precio.
Dos trabajadores: la responsable de personal trata de animar al empleado. Al menos, esto parece… Porque ha sucedido una cosa grave. Muy grave. Tremenda. Una cosa totalmente inadmisible.
Algo que nos mostrará como, en un espacio cerrado ajeno a la felicidad imperativa que los rodea, pueden desencadenarse emociones y pensamientos que llevan -casi simultáneamente- a abrazar y cuestionar la extraña y absurda lógica del sistema.