Línea es un estado, una escucha profunda, un espacio de presencia, de meditación o de reflexión habitado por una músico, una bailarina y una instalación sonora donde se explora el sonido y su capacidad para entrar en los cuerpos y trascenderlos.
Núria Andorrà propone universos sonoros generados por la vibración de objetos que habitan el espacio, utilizando piñas, balas, cuencos, objetos metálicos, que invitan al público a estar en el presente, propiciando la escucha interna y externa de una manera profunda.
La bailarina explora el espacio desde esta línea fina, donde el cuerpo pasa a ser un elemento que oscila entre la inestabilidad y la acción, de lo pequeño a lo grande, de lo explosivo a lo sutil.