PURA PASSIÓ

Pura pasión narra, en primera persona, sin filtros y en femenino, la historia de amor y obsesión de una mujer por un hombre. La protagonista se sumerge en el recuerdo de su pasión haciendo un ejercicio de estilo para contarnos la historia con la mayor lucidez, la que ahora puede permitirse porque ha vuelto a la vida después de haber sobrevivido a la suya obsesión.

Las páginas cuentan la historia de una mujer y un hombre que comparten una intensa relación clandestina. Él, extranjero, está casado e inaccesible. Le avisa con una llamada siempre que surge la oportunidad de pasar tiempo juntos. Los encuentros que se suceden son breves, con el sexo consumido atormentadamente por el presentimiento del abandono. Cuando ella le ve vestirse y marcharse reanuda, donde la dejó, esta espera obsesiva: por él, por una llamada, por el siguiente encuentro.

“Deseaba no tener que hacer otra cosa que esperarle”. No hay ironía, ni intento alguno de explicar esta pasión, o de distanciarse de ella como se hace con algo insensato. En su lugar, está la exposición de una adicción que comienza en el cuerpo y que se filtra, nublando la mente.